¿SOMOS TODOS EDITORES?
Nos encontramos en un momento económico, social, cultural… de cambio, de adecuación; de transformación, de adaptación…. Nuevos mercados, nuevos públicos, nuevas formas de comunicarse…; nuevas exigencias, nuevos retos, nuevos riesgos…
Este es el momento que tenemos, el que nos ha tocado vivir.
En ÑAQUE no somos ajenos a esta situación y nuestro aprendizaje, que no cesa a pesar de tantos años de andadura, se basa en la búsqueda activa: la indagación y la investigación, el debate y la Comunicación.
En este aprendizaje, en este proceso comunicativo, ÑAQUE, en un entorno colaborativo con el autor, apuesta con altas miras por su modelo de gestión de la cadena de valor editorial.
En ÑAQUE creemos en la formación consciente del lector teatral, de su competencia lectora y de su capacidad crítica. Y desde este punto de partida abordamos el cambio de hábitos del consumo cultural con una filosofía absolutamente social: escuchar, aportar -con generosidad y honestidad-, y conversar; implicando al autor, al editor, al distribuidor, al librero, al lector en un proyecto editorial común, compartido.
FABRICAR UN LIBRO o EDITAR UN LIBRO
Son corporaciones ajenas al mundo editorial, al mundo de la edición, las que han aflorado en los últimos tiempos enarbolando la bandera de otro: la del autor novel, ‘desvalido’, generando un sentimiento, cuando menos, de desconfianza hacia el trabajo de las editoriales.
Esto no puede surgir más que desde el desconocimiento y la ignorancia premeditada tanto de muchas de aquellas corporaciones, que incluso en un contrasentido se llaman a sí mismas editoriales, como de tantos otros que de esta manera se dejan seducir ante la ‘panacea’ que se viene denominando ‘autoedición’.
No nos hemos parado a pensar quién ofrece el servicio a quién, si la corporación al autor o el autor a la corporación.
El modelo general es el de la ‘editorial’ que ofrece unos servicios de ‘edición’ consistentes en la entrega de un número de ejemplares al autor y en el mejor de los casos la promesa de pertenecer a un catálogo, y ya es para nota, cuando además la promesa llega hasta la posible promoción.
El modelo particular es el del autor, que movido por su máximo deseo que es ver su obra publicada es compelido a la adquisición de un determinado número de ejemplares, a la organización y realización de la presentación de su propio libro, y a la venta de su propio libro en su entorno y en definitiva utilizar todas las técnicas promocionales que pueda tener a su alcance, o a abordar un plus económico para ello.
Empieza a ser tan habitual como desolador encontrar a autores ‘autoeditados’ intentando convencer a los empleados de las librerías para que hagan un hueco a sus libros en cualquier rinconcito o en la calle con los libros postrados a sus pies para la venta.
Yo que creo ciegamente en el equilibrio natural, tengo absoluta confianza en que con el tiempo cada uno estará en su lugar ya que afortunadamente, en esta nueva ‘era del conocimiento extendido’, todos somos usuarios, clientes, públicos, lectores inteligentes.
El autor, que muestre qué es lo mejor que sabe hacer: escribir.
Y el editor que muestre qué es lo mejor que sabe hacer: editar.
Ni todos somos autores ni todos somos editores.
EDITAR EN UNA EDITORIAL
Le comenté a Fernando Bercebal que estaba escribiendo un artículo sobre la ‘autoedición’, y él que hace siempre que las cosas sean divertidas aprovechó para contarme una anécdota graciosilla:
‘El nieto le pregunta a su abuelo editor: Si el escritor es el que escribe, el impresor el que imprime el libro, el distribuidor lo distribuye, el librero lo vende y el lector lo compra… Entonces, ¿qué es lo que tú haces?”
Probablemente aquellos que proclaman a los cuatro vientos las buenaventuras de la autoedición no sabrían responder a esta pregunta.
La respuesta es así de sencilla: en ÑAQUE, como editores, somos cómplices de la creación literaria; y como editorial somos generadores de valor.
Ñaque aporta la cobertura de las necesidades propias para la materialización de la edición del texto y un exclusivo valor añadido: El hecho de estar editado en Ñaque, consolidada editorial especializada en teatro y su pedagogía, considerada en ámbitos educativos y artísticos la mejor propuesta editorial.
Estar integrado en las propias colecciones de Ñaque · Formar parte del prestigioso grupo de autores de Ñaque · Posibilitar que las obras permanezcan vivas en su catálogo, tanto en la red como en su difusión habitual (nacional como internacional) · Gestionar los derechos internacionales · Gestionar de forma integral la comercialización de la obra · Aprovechar el propio sistema de difusión, comunicación y comercialización on-line · Integrarse en la actividad promocional de su catálogo editorial · Hacer las veces de nexo referencial, puente entre productores y autores…
No es nuevo en ÑAQUE Editora en lo referente a textos dramáticos, la clara intención y vocación de potenciar la dramaturgia contemporánea, recibiendo idéntico tratamiento, en todas las campañas de promoción y difusión de textos de Ñaque, obteniéndose unos resultados altamente satisfactorios como hasta ahora ha venido sucediendo.
Necesariamente deberá ir precedido de una selección que dote de corpus literario y de colección al proyecto editorial, siendo esta una función inexcusable y garante del editor.
Un libro editado es percepción: Un libro en tus manos es una vivencia personalísima, una experiencia sensorial intransferible.